Invertir en una pantalla para nuestro ordenador es algo que la mayoría de las empresas no suele considerar como una inversión demasiado útil. Son unos de los periféricos que se utilizan hasta el final de su vida, pero lo cierto es que renovarlos puede mejorar nuestra forma de trabajar. Un ejemplo son las pantallas panorámicas para mejorar la productividad de nuestros trabajadores.
Por definición una pantalla panorámica suele tener un formato tipo 16:9 o 16:10, por lo que si buscamos pantallas de un mínimo de 20” y hasta 24” podremos trabajar de forma eficiente con dos documentos en formato A4 en pantalla de forma paralela. Esta es una opción muy útil cuando tenemos que pasar datos de un documento a otro.
Cierto que podemos utilizar Alt+Tab para cambiar de una pantalla a otra, pero de esta manera lo hacemos igualmente y siempre tenemos las dos visibles. Además en muchos casos nos ayudará a reducir el coste de impresión en nuestra empresa, ya que muchos de los documentos que imprimimos están destinados a hacerlo para pasar datos a nuestro software de gestión, por ejemplo.
La cuestión es que por un poco más de inversión tenemos una pantalla con las dimensiones adecuadas para trabajar mejor. Existen otro tipo de soluciones, como trabajar con dos pantallas simultáneamente o colocar las dos pantallas panorámicas de tamaño más reducido en vertical, siempre que nuestra tarjeta lo admita. La ventaja es que no tenemos que tener siempre encendidas ambas pantallas, por lo que el consumo es menor.
Sin embargo hoy en día con las pantallas de tipo LED se ha reducido mucho el consumo de energía por lo que sustituir una pantalla antigua no sólo nos permitirá mejorar la forma de trabajar, sino también podemos ahorrar en consumo eléctrico. Es una pequeña inversión que nos ayudará a trabajar mejor en la empresa y sobre todo que una misma persona sea capaz de sacar adelante más volumen de trabajo.
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