miércoles, 5 de octubre de 2011

Los cuatro inconvenientes que Android debería resolver para aclarar su futuro



Las empresas necesitan sistemas que perduren en el tiempo. Incorporamos nuevos programas, funcionalidades, dispositivos que tengan la suficiente madurez en el mercado para asegurarnos de que no son flor de un día. En los teléfonos y tabletas táctiles Android es uno de los sistemas más extendidos. Por eso hoy me gustaría revisar los cuatro inconvenientes que Android debería resolver para aclarar su futuro en las empresas y dejar claro que la apuesta por dispositivos que lo incorporan es fiable.

Porque la apuesta por la movilidad ahora mismo es clave en muchas empresas y soluciones tradicionales como las ofrecidas por BlackBerry en las empresas han dejado de ser en muchos casos las preferidas por las empresas y se buscan alternativas que trabajen mejor. Al final toca elegir entre iOS, Android, BlackBerry o Windows Phone, al que todavía se espera en muchas empresas como una solución más pensada para integrarse con el resto de herramientas corporativas.

Porque cuando se trata de tener tres teléfonos móviles inteligentes o un par de tabletas táctiles no tenemos tantos problemas. Elegimos en función de lo que nos será más útil, productivo y a la vez tenga un retorno de la inversión más rápido. Cuando hablamos de un parque más amplio de cuarenta dispositivos móviles o treinta tabletas la decisión se complica y tenemos que tener en cuenta otra serie de factores. Vamos a ver los que debemos tener en cuenta si nos decidimos por dispositivos Android.

Fraccionamiento del sistema



O dicho de otra manera la cantidad de versiones que podemos encontrar en el mercado del sistema. Existen dispositivos con Android 2.2 y 3.2, pero también algunos que le han introducido su propia capa de aplicación para que al final no se parezca casi en nada a su origen. Además versiones para tabletas táctiles y teléfonos móviles, lo que provoca una tremenda confusión, sobre todo para los administradores de dichos equipos y las personas que tienen que elegir entre unos y otros.

Lo cierto es que todo esto está en vías de solución con la actualización a Android Ice Cream Sandwich, que unificará ambas versiones en la mayoría de los terminales. Lo que si debemos tener claro es la capacidad de actualizarse del terminal, ya que en muchos casos los terminales no reciben actualizaciones y se quedan anclados en versiones obsoletas. Tenemos un dispositivo de gama alta que no podemos sacarle todas las prestaciones por falta de soporte de la marca.

Seguridad



Que es uno de los aspectos más de moda en los últimos tiempos. ¿Son inseguros los dispositivos Android? o dicho de otro modo ¿son más inseguros los dispositivos Android que el resto de opciones disponibles? Lo cierto es que el número de antivirus o soluciones de seguridad en el Android Market crece de forma rápida y ahora mismo casi todas las grandes empresas de seguridad tienen una aplicación pensada específicamente para este sistema.

Si como todas las previsiones están apuntando el malware en dispositivos móviles aumentará de forma exponencial en los próximos años es un aspecto que en la empresa no se puede descuidar. Valorar que opciones de antivirus tenemos disponibles y cómo podemos administrarlos de forma centralizada, si es que podemos, así como las opciones de recuperación del terminal en caso de pérdida o el borrado remoto de datos.

Administración de un conjunto de dispositivos

Es una aspecto básico para las empresas a medida que aumenta su tamaño. Tener cincuenta dispositivos y que estén en todo momento localizados, se controle que aplicaciones tienen instaladas, que versiones de las mismas necesitan actualizarse y si podemos hacerlo de forma remota o no. Lo cierto es que si nuestra organización dispone de Google Apps es factible, pero si no utilizamos este servicio la cosa se complica.

En definitiva hacer que los teléfonos y tabletas sean parte de nuestro parque informático, administrando los dispositivos de forma conjunta, aplicando políticas que limiten la instalación de aplicaciones por parte de los usuarios o que garanticen el cumplimiento de la LOPD con los datos que guardan en su interior, ya sea en el teléfono o en las tarjetas de memoria que incorporan.

¿Seguirán los fabricantes apostando por Android?



Parece una pregunta de respuesta obvia pero hay algunas incógnitas que siembran dudas sobre la apuesta de los fabricantes por Android. Empezando por las patentes que ya Samsung o HTC pagan a Microsoft, por el uso de este sistema, que hace que ya no sea gratuito su uso. Es un tema que debería haber resuelto Google, pero que ha quedado en manos de los fabricantes y del cual Microsoft está sacando una buena tajada. Por un lado unos buenos ingresos por los terminales que incorporan Android, por otro lado abre el camino a la incorporación de Windows Phone como alternativa, que ya no parece tan malo tener que pagar licencia.

Por otro lado la compra de Motorola Mobile por parte de Google que provocará que salgan terminales propios de la gran G, donde no sólo se controlará el software sino también el hardware lo que provocará que otros fabricantes sean más reticentes a la hora de incorporar este sistema a sus terminales. Google pretende mantener la neutralidad y no favorecer a Motorola puesto que crear un ecosistema de competencia con Android parece una prioridad, pero esto es algo más fácil de conseguir en la práctica que en la realidad. Con la compra de Motorola Mobile Google pretendía dar seguridad a los usuarios del sistema, pero lo que ha conseguido es crear más dudas

Lo cierto es que hoy por hoy ningún sistema da una solución satisfactoria a la integración de los equipos móviles en las políticas corporativas de las empresas. Esto provoca que los dispositivos se usen más como si fueran de ámbito personal que corporativo. ¿Será Microsoft la respuesta con Windows Phone y Windows 8? Lo cierto es que todos le llevaban ventaja, pero no acaban de dar una solución para este campo y tiene una oportunidad de acceder a un mercado como el corporativo donde está bien posicionado y tiene la confianza de las empresas desde hace años.

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