Un nuevo actor ingresará a la primera línea de países que poseen los más potentes supercomputadores del mundo (dominado por Japón, Estados Unidos y China), porque la compañía rusa del rubro T-Platforms está trabajando en la creación de un clúster de 10 petaflops solicitado por la Universidad Estatal de Moscú y que entraría en funcionamiento en 2013.
Semejante potencia le alcanzaría para ubicarse en el segundo lugar a nivel mundial en la carrera por llegar a la exaescala, justo por detrás del japonés Fujitsu K (que opera a 10,51 petaflops). Esto mediante una mezcla de diferentes tipos de nodos que le permiten alcanzar su velocidad máxima.
La compañía armaría los nodos a partir de procesadores Sandy Bridge o Ivy Bridge Xeon y coprocesadores GPU Kepler de NVIDIA y también podría tener presente la arquitectura Muchos Núcleos Integrados (MIC) de Intel en caso de estar disponible cuando se construya.
Aún no hay una voz o versión oficial que explique la razón detrás del proyecto (más allá de la búsqueda por no depender tanto de la tecnología estadounidense), pero no por eso vamos a pensar cosas raras de las intenciones rusas.
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