Hay una diferencia muy clara entre las dos tiendas de aplicaciones móviles más usadas del mercado: mientras que en la App Store triunfan aplicaciones de pago coexistiendo con versiones limitadas y gratuitas de la misma, en Google Play (antes Android Market) suelen descargarse más aplicaciones gratuitas que de pago. Eso hace que en la tienda del sistema móvil libre de Google se busquen más aplicaciones gratuitas, con lo que los desarrolladores optan por añadir publicidad en éstas para monetizarlas.
Es decir: en la App Store la mayoría prefiere pagar más por sus aplicaciones, pero en Google Play la mayoría acepta tener publicidad a cambio de conseguir la aplicación gratuita. Hasta aquí todo normal, pero ¿qué pasa cuando se descubre que las aplicaciones con publicidad gastan mucha más batería de lo normal?
Resulta que cuando una aplicación carga un anuncio el terminal tiene que cargar datos de internet, ejecutar una animación… tareas que al final se convierten en un 70% del consumo total de batería del programa. Es precisamente el caso concreto del nuevo Angry Birds Space, cuyos responsables han demostrado con datos que en Android es más rentable lanzar la aplicación gratuita con publicidad que no venderla a 0,79 euros, justo al contrario que en la App Store.
Y hablando de la App Store, donde también hay aplicaciones con anuncios… ¿pasa lo mismo con estos anuncios? Parece que no, gracias a que Apple exige un cierto nivel de optimización y el uso estricto de HTML moderno. Pero también tienen un problema, y es que han tenido que rebajar exigencias los precios hasta un 90% por los pocos anunciantes que se han interesado en iAd.
Es curioso, pero finalmente son las costumbres de los usuarios lo que perfila las preferencias de los desarrolladores: para maximizar beneficios hay que lanzar la aplicación gratuita con anuncios en Google Play y hacer lo mismo a un precio asequible en la App Store con alguna que otra opción gratuita limitada.
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